jueves, 25 de noviembre de 2010

In nomine...

¡No lo serás! ¡No me vas a ver más!
No quiero que lo seas.
Sé la nada en mi pensamiento, ocupa
el lugar de mi equivocación.
Que la locura es mi escape, a la vida
que nunca supe llevar, que tampoco supe traer.
Medí tus palabras, pelotudo,
porque soy la figura de la crueldad, soy la efigie
del dolor, de tu vergüenza.
Sé la nada en mi pensamiento,
la sustancia perpetua de mi razón. Porque
Yo soy el que se mató aquél invierno, el que se
suicidó en tu presencia, que ahora vuelve, resucitado,
trastornado, para exigir la lealtad que perdí,
el respeto que hace años dejé ir...

... no lo seas, hijo mío,
vivo muerto y sin cajón
no lo seas, mi pobre niño,
vive tal como viví yo.

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